domingo, 21 de febrero de 2010

"¿Cuál es esa ley - preguntó el duende al sol / a Dios - qué aunque mate siempresiempre obtendré el perdón?"
Pero a aquella ley, esa noche la rompí yo.
Sólo el cielo quiso ver lo que quedó de él, nuestro miedo, se hizo odio en un instante cruel. Así fue que al duende del árbol de un tajo le pudimos dar un poquitito de paz... de paz.

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